Dentro del mundo empresarial, es muy importante realizar proyecciones financieras de los resultados que se quieren conseguir. En este sentido, la planeación financiera es muy útil, pues te ayuda a controlar y regular el uso de los recursos económicos.
De esta forma, será más fácil potenciar el crecimiento de una organización y alcanzar los objetivos preestablecidos.
Si quieres saber más sobre este tema y cómo puedes optimizarla dentro de tu negocio, ¡quédate aquí!
¿Qué es la planeación financiera?
La planeación financiera es una hoja de ruta que marca el camino hacia lo que se quiere conseguir.
Se trata de definir cómo se emplearán los recursos de una empresa, usando estrategias que garanticen el éxito, aseguren que sea viable económicamente y que realmente se puedan alcanzar las metas planteadas previamente.
La planeación financiera no solo se enfoca en el presente, sino que también considera situaciones futuras como emergencias, metas de ahorro, inversiones a largo plazo y protección financiera.
Importancia de la planeación financiera
Cuando se habla de planeación financiera, se hace referencia principalmente a elementos como rentabilidad, viabilidad económica y sostenibilidad.
Y es justamente de estos de los que se desprende la importancia que tiene este elemento dentro de cualquier empresa, pues ayuda a:
Realizar un diagnóstico preciso
Permite identificar en qué situación se encuentra la empresa en ese momento, con el fin de poder identificar amenazas y oportunidades.
De esta forma, se podrá diseñar un plan realmente ajustado a los objetivos y metas que se tienen, estableciendo las prioridades para darle mayor foco y obtener los resultados esperados.
Tener una ruta a seguir
Contar con un plan que tome en cuenta riesgos ayuda a evitar sorpresas. Por ello, en la planeación financiera se deben incluir o anticipar posibles desviaciones que podrían surgir.
Algunas organizaciones hacen sus planes para 3 o hasta 5 años, pero en este caso, se tienen que realizar evaluaciones para prever escenarios y poder responder a cualquier acción inesperada.
Los planes se tienen que crear, examinar y modificar tanto como sea necesario.
Ayuda en la toma de decisiones
Tener una vista panorámica del negocio junto con los resultados, según se van obteniendo, es un elemento clave, pues permite aprovechar las oportunidades que se presentan de manera mucho más eficiente y ágil.
Disminuir riesgos
Realizar evaluaciones cada cierto tiempo ayuda a que se maneje de mejor manera el presupuesto que se tiene, así como todos los recursos.
Todo esto abona a que se reduzcan los riesgos o las posibilidades de fracasar en nuevas inversiones o nuevos movimientos.
Optimización de acciones
A través de los indicadores que se usen para medir el desempeño financiero que se está teniendo, se puede ir verificando si se está cumpliendo con las metas.
Así, será más sencillo evaluar y emprender acciones o cambios para ajustar los resultados y no desperdiciar tantos recursos ni tiempo.
Otros beneficios de la planeación financiera son:
- Incrementar la rentabilidad de un negocio.
- Eliminar o disminuir los gastos que no son esenciales.
- Asegurar que la empresa cuenta con una estrategia de gestión de riesgos financieros.
- Tener un crecimiento del capital financiero, etc.
Cómo hacer una planeación financiera
Hacer una buena planeación financiera trae diversos beneficios, como una buena captación de inversión, pues comunica a quienes desean contribuir y sumarse cómo y cuándo recuperarán el capital invertido.
Para ello, es importante considerar los siguientes pasos:
1. Analizar el estado actual de la empresa
Lo primero es estudiar e identificar cómo se encuentra actualmente la empresa.
Se tienen que revisar los informes financieros, así como las cuentas anuales para poder identificar algunos elementos que son vitales:
- Balance: permite conocer cuáles son los activos, pasivos y patrimonio de la empresa. Desde las ventas directas hasta los intereses de productos financieros, así como los gastos fijos y variables.
- Estado de flujo de caja: cantidad de efectivo que circula en la empresa, de dónde procede y hacia dónde va.
- Estado de cambios de patrimonio neto: indica las variaciones en el patrimonio del negocio.
2. Establecer objetivos
El siguiente paso es fijar las metas que se van a alcanzar dentro de la compañía, tanto a mediano como a largo plazo.
Lo mejor es trazarlas a través del método SMART para que sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y se cumplan en un espacio de tiempo determinado.
Asimismo, se deben establecer metas de todo tipo: corto plazo (6-12 meses); mediano plazo (1-2 años) y largo plazo (hasta 5 años).
3. Definir las estrategias
Cuando estén claros los objetivos, se tiene que establecer cómo y cuándo se cumplirá, teniendo en cuenta que es necesario asegurar la viabilidad financiera en el corto plazo.
Por lo anterior, se tiene que diseñar un plan de acción donde se establezcan las medidas para lograr los objetivos y se defina a los responsables de cada una de ellas.
En este paso también se tienen que realizar las proyecciones financieras, considerando los gastos y los pronósticos de ventas. Es importante poner atención en la liquidez para no caer en un nivel de endeudamiento alto.
4. Hacer el presupuesto
Cualquier planificación financiera conlleva un presupuesto maestro, destinado a cada departamento de la organización, con el fin de que puedan realizar sus actividades.
Para predecir si las expectativas de la empresa se cumplirán con el presupuesto, se puede recurrir al forecasting, que consiste en estimar y monitorear las ventas futuras para un producto, empleando diversas herramientas, como los datos históricos de ventas.
De esta manera, será más fácil fijar metas, observar nuevas tendencias y tomar decisiones de manera efectiva.
5. Evaluar los resultados
Finalmente, dentro de la planeación financiera se tienen que realizar evaluaciones y mecanismos de control, con el fin de comprobar si el capital invertido en cada área se está aprovechando de forma adecuada con miras a alcanzar los objetivos.
Cuando la organización cumple con las previsiones de ingresos y gastos, se considera que la planeación está siendo adecuada. De lo contrario, el negocio no obtendrá los ingresos esperados.
Cómo optimizar la planeación financiera
Si ya lo has hecho, pero no estás obteniendo los resultados que esperabas, no te preocupes.
A continuación, te diremos cómo puedes optimizar tu planeación financiera para que puedas resarcir los errores y redirecciones tus acciones en pro de tu negocio.
1. Considera la planeación a largo plazo
Uno de los grandes errores de las personas a cargo de una empresa es que quieren resultados rápido, desestimando los planes a largo plazo.
Aunque la planificación a corto plazo tiene efectos casi inmediatos, crear una estrategia para un periodo más largo puede ayudar de forma más profunda en la gestión y manejo de los recursos.
Por ello, lo mejor es siempre tener ambos tipos de planificación y se asignen los equipos correspondientes.
2. Dedica el tiempo suficiente a tu planeación
La planeación financiera no demanda que se le dedique tiempo diarios, pero sí se tiene que revisar cada semana. Aun teniendo las estrategias definidas y en marcha, se tienen que realizar evaluaciones para ver cómo están funcionando.
Así, en caso de haber algún error, estarás al tanto y podrás solucionarlo lo antes posible para evitar un impacto mayor en la empresa o los estados financieros.
Toma en cuenta que todas las planeaciones tienen que someterse a una revisión periódica, pues las situaciones externas o de mercado pueden cambiar las condiciones previstas al momento de realizar las estrategias o crear presupuestos.
3. Recibe formación en el área
Es muy importante mantenerse actualizado e informado en cuanto a la administración de empresas. Sin importar si eres experto, recuerda que siempre habrá algunos cambios y entre más información tengas, serán mejores las planeaciones.
Asimismo, ten en cuenta que la práctica ayudará a que vayas mejorando tus habilidades y delegues responsabilidad a terceros que puedan hacerlo adecuadamente.
4. Pide ayuda si lo necesitas
Uno de los principales problemas, según varios estudios, incluido uno hecho por la Revista Universidad y Sociedad, es que en las pequeñas empresas, los empresarios no suelen confiar en los colaboradores.
Esto se tiene que trabajar por medio de expertos en el tema, por ejemplo, teniendo acceso a ciertos cursos o diplomados o recurriendo a un consultor externo para dar solución a cualquier duda o problema que surja, que impida que se obtengan buenos resultados.
El estar preparados y contar con equipos capacitados puede brindar mayor confianza entre los equipos, permitiendo que se cumpla lo pactado dentro de la planeación financiera.
Conclusión
Como has visto, la planeación financiera es muy importante, por lo que es indispensable que dentro de tu empresa haya expertos en este tipo de acciones, que sepan no solo crear la ruta, sino también las estrategias, ejecutarlas y monitorearlas.
En caso de que en tu negocio haya fallas en este aspecto, no pasa nada. Puedes acceder a Cofide, donde tenemos diversos cursos, diplomados y certificaciones dentro del área financiera. De esta manera, tus equipos y responsables sabrán cómo llevar a cabo este proceso y se conseguirán los objetivos.
No lo pienses más y empieza a darles a tus activos más importantes: tu personal las herramientas que necesitan para que todos crezcan.