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Algunas certificaciones para Contadores Públicos, que debes conocer

Algunas certificaciones para Contadores Públicos, que debes conocer

Hola, déjame platicarte un poco acerca de cómo funciona esto de las certificaciones; ya que tienen un gran impacto en términos de superación profesional, curricular, y su consecuencia económica. 

Seguramente te va a interesar.

Consideraciones para dar inicio:

Lo que estás a punto de leer, es una visión general, un pincelazo, pues; que creo que te será de utilidad para orientarte sobre lo qué son las certificaciones y para qué te sirven.

También te voy a hablar sobre qué es lo que tienes que hacer para obtener una, o cómo iniciar con este proceso.

Esta plática, va dirigida, de manera primordial, a los profesionales de la contaduría pública que están interesados en especializarse en algún ámbito en particular de su ejercicio profesional. 

Aunque pienso que la reflexión final nos concierne a todos los profesionistas en general; pero, sobre todo, a los jóvenes que apenas van empezando. 

¿Vamos bien hasta aquí? Entonces, sígueme.

Entremos en materia: 

¿Qué es una certificación?

El diccionario de la RAE define la palabra “certificar” como: 

  • Asegurar, afirmar, dar por cierto algo.

 

  • Dicho de una autoridad competente: Hacer constar por escrito una realidad de hecho.

Partiendo de lo anterior, y para entender el objetivo que se persigue con las certificaciones, empecemos por digerir la siguiente idea:

 “Todo profesional tiene, para con la sociedad, la responsabilidad y la exigencia de prestar sus servicios de manera eficiente y honesta”. 

¿A qué se refiere esta frase? Te lo voy a ejemplificar: 

Si te compras una computadora, debes de tener la tranquilidad de que estás adquiriendo un producto que ha cumplido con ciertos estándares de calidad, y que, si se te descompone dentro del periodo de la garantía, te la van a cambiar o reparar. 

Eso es eficiencia y honestidad. En la vida profesional debería ser así, o algo por el estilo. 

Entonces, bajo estos fines, tanto los organismos gubernamentales, como instituciones civiles (organizados como colegios profesionales), se han coordinado en la tarea de normalizar estas prácticas.

Lo hacen por medio de una certificación, que, a final de cuentas, es una constancia o registro que el profesionista obtiene mediante una evaluación de sus conocimientos, y de una capacitación constante.

¿Qué quiere decir esto?

Pues que se consta que el aspirante es apto ante las autoridades gubernamentales, y ante otros terceros, para poder actuar como dictaminador o especialista. 

¿Qué tipos de registros existen?

Para los contadores públicos, estos pueden ser de diversa índole, como, por ejemplo, dictaminador ante: 

  • La autoridad fiscal.
  • Seguridad Social (IMSS).
  • Infonavit. 
  • El sector empresarial. 
  • De manera independiente, entre otras.

Tomemos como modelo, grosso modo, cuáles son los requisitos que exige la autoridad fiscal:

Estos se encuentran normalizados en el Art. 52 del Código Fiscal de la Federación.

Se requiere:

  • Ser mexicano y tener un título de contador público.
  • Pertenecer a un colegio o asociación profesional de la contaduría pública que cuente con registro actualizado de idoneidad ante la SEP.
  • Tener 3 años, como mínimo, de pertenecer a dicho colegio o asociación.
  • Obtener una certificación por dicho colegio.
  • Tener una experiencia mínima de 3 años participando en la elaboración de dictámenes fiscales.

Colegios Profesionales:

Como ya te he mencionado, se requiere del aval de un colegio profesional de la contaduría pública

Para ahondar más en el asunto, mencionaré a dos en particular, cuyas sedes se encuentran en la Ciudad de México:

 

 

 

Estos colegios profesionales, cuentan con una normatividad propia (aunque muy similar entre ellos), para poder avalar la certificación correspondiente a los miembros o asociados.

De ambas, revisaremos lo más elemental (y de forma sintetizada), lo concerniente a sus esquemas de normatividad.

Colegio de Contadores Públicos de México:

Hablaré primero del CCPM, (organismo federado del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, IMCP). 

Su normatividad reside en la “Norma de Desarrollo Profesional Continuo” (NDPC) que dice así:

“Los asociados activos deberán cumplir con las disposiciones de esta Norma, porque el desarrollo profesional continuo: 

  • Permite la actualización y el mantenimiento de los conocimientos profesionales.
  •  Asegura, junto con la Certificación, la calidad en el servicio que demanda la sociedad. 
  • Es el soporte del proceso de refrendo de la Certificación.”

 

¿Cómo debe cumplir el asociado con la NDPC?

“…cada asociado deberá obtener puntos de desarrollo profesional cada año calendario, según el sector profesional en que desempeñe su actividad.”

Los cuales, “… se incluyen dentro de la Tabla de Puntuación que emite la Comisión de Desarrollo Profesional Continuo del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C. …”

 

Asociación Mexicana de Contadores Públicos de México.

En su exposición de motivos de sus Estatutos Generales, se expresa de la siguiente manera:

“La certificación, capacitación y la actualización académica, (…) son sustentados con la reglamentación correspondiente que permitirá una adecuada estructura para su ejecución a través de actividades presenciales y a distancia (…) el contenido de la norma de actualización académica será constantemente actualizada (…) a efecto de lograr el dinamismo necesario para tener una actualización eficaz y efectiva”.

Su normatividad reside en su Reglamento de Actualización Académica, (AA); que explican de la siguiente manera:

“AA: Actualización Académica, toda actividad profesional formal programada educativa, por medio de la cual los Contadores Públicos y profesionistas afines responden a las exigencias de la profesión manteniéndolos en constante capacitación y actualización en las diversas áreas de profesión contable”.

 

¿Cómo debe cumplir el asociado con la AA?

Para el proceso de AA, el asociado debe acumular una serie de puntos, y cumplir con los mismos dentro de los plazos establecidos por dicho reglamento.

¿A qué se refieren estos colegios con el tema de los “Puntos”?

Son los que se deben obtener por horas de capacitación recibida, de cátedra, actividad académica, entre otras; y de acuerdo con las diferentes áreas de ocupación. 

Es muy importante mencionar un aspecto que es fundamental en el desarrollo académico y profesional de sus asociados: 

Y es el que tiene que ver con los valores éticos; que se exige como requisito formativo en ambos colegios. 

Esto es, evidentemente, la honestidad de la que te hablé antes.

 

Continua la lectura del artículo más adelante

 

Capacitadoras Externas:

Por otra parte, permíteme comentarte que, dada la gran población de profesionistas de la contaduría pública, estos colegios no se dan abasto para cumplir con la noble tarea de capacitar a sus asociados.

Razón por la cual, se apoyan de capacitadoras externas (las cuales deben de cumplir con estrictos requisitos exigidos por estos organismos, para poder brindar este servicio). 

Cofide, Capacitación Empresarial”, es una institución, que, en apego a su misión de “Atender las necesidades de capacitación de los profesionistas”, brinda este servicio como capacitadora externa autorizada, por ambos colegios.

Repaso:

Ahora bien, para no perdernos con todo lo antes expuesto, y también con la intención de reforzar conocimientos, ahí te va la síntesis sobre qué es lo que necesitas para obtener una certificación:

  • Pertenecer a un órgano colegiado.
  • Obtener un registro.
    • Capacitarte y actualizar tus conocimientos en la materia de tu ejercicio profesional, de manera continua.
    • Tener cierta experiencia en el ejercicio de tu profesión, de manera comprobable.
  • Obtener el refrendo correspondiente, cuando aplique. 

Comentarios finales:

Cuando salí de la Universidad, salí de ella sabiendo… ¡más de lo que sabía antes! (Válgase la expresión). 

Sin embargo, era un conocimiento general y, por así decirlo, también vago.

Aquel jovencito, (que era yo); se topó con una gran pared de piedra cuando hizo sus “pininos” en su incursión laboral profesional.

Eran como los primeros pasitos de un bebé. Y como todo bebé, me tropezaba a cada rato, y hasta daba el “ramalazo”.

Estaba desconcertado, tenía miedo y una inseguridad terrible. No me tomaban mucho en cuenta, ni siquiera mis opiniones (me veían como “el que llegó para aprender”).

Y fue entonces, en aquellos momentos, en que caí en la cuenta:

“Yo solo sé, que no sé nada”, como lo dijo Sócrates.

Sí, me cayó el veinte. Sabía un poquito de muchas cosas, más no mucho, de una sola; y, por supuesto, conocimiento que no me sacaba de apuros.

A lo que me refiero, y lo digo a título personal, es que: se podrán tener muchos estudios, y, como resultado, haber aprendido de todo un poco…, pero siempre serán, un poco de tantas cosas.

Conocimiento que te sirve, pero no para sobresalir. 

La especialización rompe con todo esto. El tener un certificado, te avala como una persona experimentada en lo que te dedicas. 

Es ahí donde se encuentra el beneficio del conocimiento enfocado y orientado. 

La gente y las empresas buscan personas con estas características, porque requieren de alguien así. Necesitan tener la confianza de poner en las manos de un experto, algún proyecto o la resolución de ciertos problemas, para que se los resuelva de manera satisfactoria. Así que, “papelito habla”.

Nos gustaría saber tu opinión al respecto, por favor escríbenos tus comentarios, son muy valiosos para nosotros.

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