Llevar a cabo un cierre contable anual de forma adecuada requiere estar actualizado para evitar errores y tomar en cuenta los diferentes pasos, que son esenciales para que todo sea más fácil y ágil para independientes o empresas.
En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas para hacerlo, con el fin de que no haya inconvenientes y que todo esté en orden dentro de la contabilidad financiera de tu negocio.
El cierre contable es el proceso a través del que se revisa, ajusta y consolida toda la información financiera que se generó en el año para obtener los resultados finales.
Es decir, es cuando se cierran los libros del ejercicio, se registran ingresos, egresos, activos, pasivos y más, para saber exactamente el estado económico de la empresa o negocio.
Mediante este proceso, se sabe si se tuvieron utilidades o pérdidas y es importante para cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por las autoridades.
Antes de iniciar con el cierre contable, hay que asegurarse de que la información esté completa y actualizada. Esto es, que no haya movimientos por registrar, que haya cuentas conciliadas y que los saldos coincidan con los registros.
De esta manera, se reducen errores, es más fácil hacer ajustes contables y el cierre se lleva a cabo de manera más confiable y ágil.
Se debe determinar el resultado del ejercicio. Para esto, hay que revisar las cuentas de ingresos y egresos, para que estén registradas correctamente y correspondan al periodo fiscal que está cerrándose.
Posteriormente, las cuentas se deben cerrar trasladando el saldo al estado de resultados, para determinar si la empresa obtuvo utilidades o pérdidas.
A través de este proceso, se conoce el desempeño financiero de la empresa y es posible sentar las bases para el cálculo de impuesto y la elaboración de reportes financieros.
Habiendo determinado lo anterior, lo siguiente es calcular y declarar los impuestos que se deben pagar. Hay que considerar: ISR, IVA y las retenciones que apliquen. Para ello, se deben revisar las deducciones autorizadas, los CFDI y las declaraciones mensuales o provisionales del año.
Llevar un registro de todos los impuestos en los libros contables es clave para que empaten la contabilidad financiera y fiscal. Además, se evitan discrepancias con el SAT y posibles errores o sanciones.
Con las cuentas cerradas y el cálculo de impuestos, hay que preparar los estados financieros que reflejen la situación actual de la empresa.
Se debe incluir el balance general, estado de resultados y estado de flujo de efectivo para conocer todo el panorama.
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Estado financiero |
¿Qué muestra? |
Importancia |
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Balance general |
Activos, pasivos y capital contable |
Conocer la situación financiera real |
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Estado de resultados |
Ingresos, costos y gastos del periodo |
Determinar utilidad o pérdida |
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Flujo de efectivo |
Entradas y salidas de dinero |
Evaluar liquidez y capacidad de pago |
Es importante realizar estos reportes con precisión porque ayudarán en la toma de decisiones.
Los asientos de cierre son los registros contables que se hacen al final del ejercicio para que todas las cuentas estén listas para el próximo periodo.
Se deben cancelar cuentas temporales y traspasar los saldos al capital contable, así se limpian los libros y se inicia el nuevo año con saldo en cero.
Este proceso requiere mucha atención porque se debe documentar cada movimiento con su respectivo comprobante, para garantizar la trazabilidad de la información y facilitar cualquier revisión o auditoría interna o externa posterior.
Un asiento mal elaborado puede alterar los resultados financieros, por lo que esta tarea debe ejecutarse con precisión y, preferentemente, con apoyo de un contador o software contable confiable.
El último paso consiste en integrar toda la información contable y financiera para responder a las obligaciones fiscales correspondientes.
Esto incluye acciones como: presentar las declaraciones anuales, enviar la contabilidad electrónica y validar los comprobantes digitales ante el SAT.
Asimismo, se deben revisar las deducciones, amortizaciones y provisiones que puedan impactar el resultado fiscal.
Realizar un cierre contable sin contratiempos requiere más que seguir pasos; se debe estar actualizado sobre las normas contables y fiscales vigentes y contar con la capacitación adecuada para aplicarlas correctamente.
Conocer los cambios en regulaciones, deducciones y procedimientos electrónicos es clave para garantizar que la información financiera refleje la realidad de la empresa y cumpla con todas las obligaciones legales.
Además, apoyarse en expertos y herramientas confiables, como Cofide, permite optimizar el proceso, reducir errores y mantener la contabilidad siempre clara y ordenada.
Un cierre contable bien ejecutado no solo facilita la presentación de estados financieros precisos, sino que también fortalece la toma de decisiones, la transparencia y la confianza de socios, inversionistas y autoridades.
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