En 2017 había en México 716,694 personas que estudiaron contabilidad y fiscalización laborando con un sueldo promedio de 10,706 pesos mensuales. Sin embargo, ante la alta competencia del mercado laboral y el desarrollo tecnológico que vive el sector contable, estos profesionales deben prepararse constantemente para satisfacer los requerimientos de sus clientes y no ser relegados a un segundo plano. Siendo así, la actualización de conocimientos y la certificación juegan un papel clave.
Antes de presentar los requisitos para ser un contador público certificado, es importante definir el concepto de certificación.
Según el Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), “La certificación es la constancia de que un profesional cuenta con los conocimientos, habilidades y destrezas requeridos para el ejercicio de su profesión”.
Al obtenerla, el profesional recibe el título de Contador Público Certificado, que incrementa su prestigio profesional e incrementa su nivel curricular. Al respecto, y de acuerdo con el CCPM, el certificado se obtiene presentando y aprobando el Examen Uniforme de Certificación (EUC), previo cumplimiento de los siguientes requisitos:
La entidad competente para realizar la certificación es el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C. (IMCP), el cual desarrolla el examen en horas, fechas y lugares prestablecidos que el interesado debe consultar antes de realizar la inscripción.
Los profesionales que deseen permanecer activos en el sector contable deben realizar esta certificación. Además de lo que hemos planteado hasta el momento, hay varias razones por las que este es de vital importancia certificarse:
Por lo demás, solo resta decir que más allá de realizar la certificación, resulta importante que los contadores tomen cursos, diplomados, seminarios e incluso posgrados que los ayuden a actualizar sus conocimientos. Solo así pueden mantenerse a la vanguardia en esta materia, ofrecer el mejor de los servicios y desarrollarse profesionalmente de manera constante.
Junto con todo lo que hemos revisado en materia de certificación, es importante mencionar que el IMCP regula la Norma de Desarrollo Profesional Continuo, cuyo objetivo es: “reglamentar las actividades de los asociados activos, miembros de las asociaciones Federadas (“Federadas”) al IMCP, que deberán llevar a cabo para cumplir con el desarrollo profesional continuo, así como, establecer las facultades y obligaciones de las Federadas y del propio IMCP, para difundir, promover, facilitar, vigilar y controlar su cumplimiento”.
Para efectos de la norma, se entiende por Desarrollo Profesional Continuo “la actividad del conocimiento programada, formal y reconocida, que el Contador Público, como asociado activo del IMCP, debe de llevar a cabo con el fin de actualizar y mantener sus conocimientos profesionales en el nivel que le exige su responsabilidad social”.
Para cumplir con dicha normativa, la persona debe obtener puntos de desarrollo profesional cada año calendario, según el sistema definido en la Tabla de Puntuación de la Sección “Transitorios” de la Norma en cuestión. En ella, las capacitaciones juegan un papel preponderante y son relativamente sencillas de realizar durante el año.