En un comunicado de PWC, Osvaldo Santín, jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), señaló que en México ya no es factible decir que “pocos pagan impuestos y que es muy difícil mantenerse al corriente”, puesto que son ideas que ya no corresponden a la realidad del país.
Esto, ya que durante los últimos años la recaudación tributaria ha aumentado en 16% anual, especialmente a causa de dos factores: el incremento de la base de contribuyentes y la implementación de soluciones tecnológicas que simplifican el cumplimiento de las obligaciones.
El ciclo del contribuyente inicia con la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC), que deriva en la incorporación de este al régimen fiscal que le corresponda según la actividad económica que desarrolla:
TIPO DE RÉGIMEN FISCAL
CONTRIBUYENTES QUE PERTENECEN A ESTE
Régimen de Incorporación Fiscal.
Personas físicas que desarrollen una actividad comercial, vendan bienes o presten servicios por los que no se exige título profesional.
Régimen de Actividades Empresariales.
Personas físicas que desarrollan actividades comerciales, industriales, de autotransporte, agrícolas, ganaderas, de pesca o silvícolas, etc.
Régimen de Arrendamiento de Inmuebles.
Personas físicas que perciben ingresos por alquiler de bienes inmuebles.
Régimen de Honorarios (Servicios Profesionales).
Personas físicas que obtienen ingresos por prestar servicios profesionales de manera independiente.
Régimen de Sueldos y Salarios.
Personas físicas que perciben salarios y otras prestaciones por su trabajo como empleadas.
Personas morales que realicen actividades lucrativas.
Régimen de personas morales con fines no lucrativos.
Aquellas personas que no buscan ganancia económica con la actividad que realizan
ClickBalance reseña las responsabilidades en cada uno de los regímenes fiscales. Son varios y es importante conocerlas a fondo para evitar incumplimientos que deriven en sanciones pecuniarias.
Emitir facturas electrónicas y presentar contabilidad electrónica son una obligación común en la mayoría de ellos. De ahí que sea imprescindible implementar un sistema de CFDI 3.3 y un software contable de vanguardia.
De esa manera cumplimos con lo reglamentado, nos mantenemos al día con el SAT y simplificamos nuestro trabajo.
Contador MX ha compartido cuatro actividades contables para utilizar la información que ya tiene el CFDI y amarrar la información contra la base de datos del SAT. Así, evitamos errores humanos y revisiones electrónicas por diferencias en lo declarado:
Una de las consideraciones más importantes para todo contribuyente es obtener el reporte de los CFDI que se hayan emitido.
Dicho reporte es fácil de conseguir, pues solo debes descargarlo desde el sistema de facturación electrónica que utilices, teniendo un respaldo de todos los documentos emitidos y recibidos.
Para evitar inconsistencias ante el SAT, todos los CFDI emitidos por el contribuyente deben reflejarse en la contabilidad de la organización.
Entonces, cuando hayamos vaciado todos los XML emitidos y recibidos, podemos realizar el conteo de los mismos.
En ese sentido, es importante agregar que hay algunos software especializados que permiten cargar los XML u obtenerlos directamente desde la página del SAT.
A la hora de realizar el conteo, debemos tener en cuenta todos los documentos XML que pueden existir en el SAT y no solo los CFDI emitidos y recibidos que tenemos en nuestro poder.
Además, debemos considerar que podrían haber más CFDI que no hayamos considerado, lo que puede traducirse en instancias como:
La descarga masiva de estos CFDI es una actividad complementaria, pero indispensable para verificar que las cantidades reportadas por el software de facturación sean las mismas que tiene el SAT en su sistema.
El contribuyente debe emitir factura global por los ingresos percibidos derivados de la actividad con el público en general.
Aquí, es bueno precisar que se deben conciliar las notas de venta y los CFDI emitidos para lograr un control de los ingresos “no facturados”.
Para ello, apoyarse en el estado de cuenta bancario es una buena recomendación, ya que es donde se ven los ingresos del contribuyente.
Al conciliarlos contra lo facturado, obtenemos una diferencia que debe ser amparada con una factura global.
Considerar estos puntos permitirá evitar inconsistencias y errores ante el SAT. Si todos las empezamos a aplicarlos, el organismo -además de informar que la innovación tecnológica ha incrementado el cumplimiento de obligaciones fiscales– podrá presumir que también ha reducido el margen de error en los procesos.